¨Duele decir ´yo también aborté y nunca se lo conté a nadie´. Duele como sacarse las vendas y luchar contra una opresión que parece nunca acabar, pero al mismo tiempo que sangra abrir esa herida, sana en el abrazo con otres que también sufrieron en silencio por temor, por verguenza, por culpa, porque así tenía que ser¨
